Mejores brokers en materias primas en 2025

¿Qué materias primas se pueden negociar en línea?

Las materias primas, también llamadas “commodities”, son productos básicos cuyo precio se establece en los mercados financieros internacionales. Incluyen recursos naturales y productos agrícolas que se negocian a gran escala (ej. petróleo, oro, trigo, aluminio). Su papel es fundamental en la economía global, ya que son la base de innumerables procesos industriales y alimentarios.

En los mercados de materias primas, los precios se ven afectados principalmente por la oferta (nivel de producción, reservas, regulaciones) y la demanda (consumo mundial, crecimiento económico), pero también por factores como la situación geopolítica o las condiciones climáticas. Además, los inversores deben considerar la volatilidad específica de cada materia y su sensibilidad ante eventos externos.

Hoy en día, el acceso a las materias primas se ha democratizado gracias al trading online. Los inversores pueden exponerse a estos mercados mediante diferentes instrumentos, entre los que destacan los CFD (Contratos por Diferencia), los contratos de futuros y los ETF (fondos cotizados). Cada opción tiene características específicas en cuanto a apalancamiento, flexibilidad y gestión del riesgo, adaptándose a distintos perfiles de inversor.

Invertir en oro

El oro es considerado desde hace siglos como un valor refugio: su precio tiende a subir en periodos de incertidumbre financiera o inflación. Es sensible a las tasas de interés y a la política monetaria, pero menos dependiente de la coyuntura económica. Invertir en oro es una estrategia para diversificar una cartera y protegerse frente a crisis financieras, y se puede acceder a él tanto de forma directa (lingotes, monedas) como indirecta (ETF, CFD).

Invertir en petróleo (Brent)

El petróleo Brent es una de las materias primas más negociadas. Sus precios reaccionan a la oferta global, las decisiones de la OPEP, el conflicto geopolítico y los datos de reservas. Es una materia de alta volatilidad, recomendada para inversores activos con experiencia, que buscan beneficiarse de movimientos rápidos. Es fundamental monitorizar los factores de riesgo, ya que pueden influir de forma brusca en la cotización.

Invertir en gas natural

El gas natural destaca por su sensibilidad a la estacionalidad (invierno/verano), la geopolítica y los cambios bruscos de oferta. Es una materia prima muy volátil, que puede experimentar subidas o bajadas drásticas en pocos días. Por ello, se aconseja a inversores experimentados y atentos a la gestión del riesgo emplear stop-loss y un control estricto sobre el capital invertido.

Invertir en aluminio

El aluminio es clave para el desarrollo industrial (sector automóvil, construcción, envases, etc.). Su precio está muy ligado a la demanda industrial mundial y al ciclo económico. Es adecuado para quienes buscan diversificar más allá de metales preciosos y exposiciones tradicionales, especialmente en contextos de crecimiento industrial fuerte o cambios tecnológicos.

Invertir en cereales (trigo, maíz, soja)

Los cereales (trigo, maíz, soja) son esenciales para la alimentación mundial y la producción ganadera. Sus precios se ven afectados por las condiciones meteorológicas, la oferta exportadora y la demanda mundial. Son una opción para diversificar una cartera y aprovechar tendencias globales (crecimiento, cambio climático, tensiones geopolíticas). Se recomiendan para inversores que siguen la actualidad macroeconómica y desean diversificar en materias primas agrícolas mediante instrumentos cotizados.

¿Cómo invertir en materias primas?

Invertir en materias primas es una forma eficaz de diversificar una cartera, ya sea buscando actuaciones a corto plazo con tácticas activas o una exposición más establecida para el largo plazo. Las materias primas, como el petróleo, los metales o los productos agrícolas, son activos físicos cuya inversión puede realizarse a través de varios instrumentos financieros, cada uno con niveles de riesgo, accesibilidad y gestión diferentes. A continuación, analizamos las principales alternativas para invertir en este mercado.

Invertir a través de CFD (Contracts for Difference)

Los CFD permiten especular sobre la evolución del precio de una materia prima, como el petróleo o el oro, sin poseer el activo físico subyacente. Se negocian a través de plataformas financieras y ofrecen la posibilidad de operar en largo (apuesta al alza) o en corto (apuesta a la baja), con la ventaja del apalancamiento. Esto significa que se puede tomar una posición importante con un capital reducido, pero también incrementa los riesgos de pérdidas rápidas, por lo que exige un control riguroso.

Ejemplo de CFD sobre el petróleo

Un inversor abre un CFD de 1.000 € sobre el Brent, con un apalancamiento de 5:1. Si el precio sube un 3 %, obtiene 150 € de beneficio (5 % sobre su inversión); si cae un 3 %, pierde la misma cantidad.

Invertir a través de contratos a futuro (futures)

Los futuros son acuerdos estandarizados para comprar o vender una cantidad específica de una materia prima a un precio determinado y en una fecha futura. Son el instrumento tradicional tanto para empresas que buscan cobertura frente a fluctuaciones (hedging) como para inversores especulativos que desean sacar partido de las variaciones de precios. La operativa requiere conocimientos técnicos y control del apalancamiento, al involucrar garantías y liquidaciones diarias.

Ejemplo de contrato a futuro sobre el trigo

Un agricultor vende un future de trigo con vencimiento en septiembre a 250 €/tonelada. Si, al llegar la fecha, el precio baja a 220 €, el agricultor habrá asegurado su venta en condiciones favorables frente al mercado.

Invertir a través de ETF (Exchange Traded Funds)

Los ETF permiten acceder a materias primas de forma indirecta, a través de fondos cotizados que replican el precio de una sola materia o de una cesta de ellas. Son productos cotizados en Bolsa, líquidos y accesibles, ideales para quienes buscan diversificación y facilidad operativa. Además, no requieren gestionar el activo físico ni operar contratos complejos.

Ejemplo de ETF sobre el oro

Un ahorrador invierte 2.000 € en un ETF que sigue el precio del oro. Si el oro sube un 7 % en el año, el ETF reflejará esa subida, descontando comisiones de gestión inferiores al 1 %.

Invertir en acciones de empresas del sector de materias primas

Otra vía es invertir en compañías cuyos resultados dependen directamente de la evolución de las materias primas, como mineras, energéticas o agroalimentarias. Así, el inversor obtiene una exposición indirecta, beneficiándose tanto del precio del activo como de la gestión empresarial, con la posibilidad de recibir dividendos.

Ejemplo de compra de acciones en materias primas

Un inversor compra 50 acciones de una empresa minera de cobre a 42 € por acción. Si el precio del cobre sube y la empresa aumenta beneficios, la acción podría subir a 50 €, generando plusvalías y posibles dividendos.

Invertir en materias primas físicas

La inversión tradicional consiste en adquirir directamente el activo físico: oro, plata, platino, monedas, lingotes. Es una estrategia orientada a la preservación de valor y la protección frente a la inflación o la incertidumbre financiera. No obstante, la tenencia física implica costes de custodia, seguros y logística.

Ejemplo de compra de oro físico

Un ahorrador compra una moneda de oro de 1 onza a 2.000 €. Decide guardarla en una caja de seguridad bancaria; dentro de un año, si el precio del oro sube a 2.150 €, podría vender con ganancia, aunque debe considerar los gastos de almacenamiento.

Sea cual sea la vía elegida, es esencial informarse y comprender tanto los beneficios como los riesgos específicos de cada instrumento antes de invertir en materias primas.

¿Cuál es la materia prima adecuada según su perfil de inversor?

Invertir en materias primas abre un abanico de oportunidades, pero todas no se comportan igual frente al riesgo, la volatilidad ni frente a los acontecimientos económicos o geopolíticos. Elegir el activo adecuado es clave: mientras algunos son más estables y predecibles, otros pueden reaccionar bruscamente a la situación mundial. Adaptar su elección a su perfil de inversor le ayudará a gestionar mejor sus rendimientos y su exposición al riesgo.

🟢 Principiante: materias primas estables y previsibles

Si está empezando, es preferible centrarse en materias primas con baja volatilidad y un comportamiento más previsible a largo plazo. El oro y el aluminio, por ejemplo, ofrecen varias ventajas:

• Oro:
  - Baja volatilidad en comparación con otras materias primas.
  - Valor refugio en tiempos de incertidumbre económica.
  - Líquido y fácil de seguir.
• Aluminio:
  - Menor impacto de la geopolítica que otros metales.
  - Usos industriales variados, lo que favorece la estabilidad.
  - Relativamente menos expuesto a grandes variaciones de precio.

Estrategias recomendadas:

• Inversión a través de ETF o fondos que repliquen precios.
• Utilización de CFDs con bajo apalancamiento para limitar el riesgo.
• Evitar el day trading para no exponerse a movimientos bruscos e imprevisibles.

🟡 Intermedio: activos más dinámicos y expuestos a la actualidad

Para quienes ya poseen experiencia y desean aprovechar oportunidades ligadas a la economía mundial o al clima, el petróleo y las cereales pueden ser opciones adecuadas:

• Petróleo:
  - Fuerte sensibilidad a la oferta global, conflictos y decisiones de países productores.
  - Potencial de variaciones importantes, pero con ciclos identificables.
  - Requiere estar atento a las publicaciones de reservas y noticias económicas.
• Cereales (trigo, maíz, etc.):
  - Influenciados por clima, demanda alimentaria y políticas agrícolas.
  - Potencial de movimientos estacionales interesantes.
  - Ofrecen oportunidades de trading a medio plazo o por eventos puntuales.

Estrategias recomendadas:

• Swing trading (operaciones de varios días o semanas) a través de ETF o CFDs.
• Uso de órdenes stop-loss para limitar pérdidas en entornos volátiles.
• Seguimiento regular de prensa económica y datos oficiales.

🔴 Experto: activos muy volátiles y sensibles a datos externos

El gas natural, el petróleo en el muy corto plazo y los cereales para operaciones rápidas suponen un nivel de riesgo y complejidad elevado, adecuados solo para inversores con experiencia:

• Gas natural:
  - Extremadamente volátil, sensibles a temperaturas, reservas y geopolítica.
  - Sus movimientos son a menudo bruscos y difíciles de anticipar.
• Petróleo (day trading):
  - Requiere gran capacidad de reacción y experiencia en interpretación de datos de mercado en tiempo real.
  - Fuerte exposición a rumores y datos de última hora.
• Cereales (trading corto plazo):
  - Movimientos rápidos ligados a publicaciones agrícolas o condiciones climatológicas súbitas.

Herramientas y estrategias avanzadas:

• Scalping (operaciones muy rápidas en minutos u horas).
• Uso de indicadores técnicos complejos para análisis profundo.
• Estrategias de cobertura para limitar el impacto de movimientos adversos.
• Gestión estricta del apalancamiento y control emocional ante la alta volatilidad.

Esta clasificación le orientará hacia los activos más adecuados según su experiencia y apetito por el riesgo, permitiéndole construir una cartera mejor adaptada y resiliente frente a los desafíos del mercado de materias primas.

¿Cómo elegir un corredor para operar con materias primas?

Invertir en materias primas es una excelente manera de diversificar una cartera y aprovechar tendencias mundiales en energía, metales, agricultura o activos relacionados. Sin embargo, el éxito y la seguridad de tus inversiones dependen en gran medida del broker o plataforma en línea que elijas. Escoger un intermediario fiable y adaptado a tus necesidades te permitirá operar en condiciones competitivas, acceder a una amplia gama de productos y, sobre todo, proteger tu capital frente a los riesgos. ¿En qué debes fijarte para seleccionar el mejor broker en España? Descúbrelo a continuación en este resumen de los criterios esenciales.

¿Por qué invertir en las materias primas?

¿Tienen realmente las materias primas un papel que jugar en una cartera de inversión moderna y diversificada? Muchos inversores se centran en acciones y bonos, olvidando que los activos reales como el oro, el petróleo o los productos agrícolas pueden aportar características únicas. Sin embargo, conviene analizar, con matices, si incluir materias primas tiene un interés estratégico en la gestión patrimonial.

Las materias primas presentan una evolución muchas veces desacoplada de la de los mercados bursátiles o de renta fija. Por su propia naturaleza —ligadas a oferta, demanda y factores geopolíticos— reaccionan de manera diferente a los eventos económicos. Esta independencia relativa permite que las materias primas funcionen como un vector de diversificación complementario en la cartera: cuando mercados tradicionales sufren, ciertos segmentos de materias primas pueden resistir o incluso beneficiarse, amortiguando la volatilidad global.

Frente a entornos inflacionistas, algunas materias primas —especialmente alimentos o energía— tienden a ver sus precios escalar. Como su precio está directamente relacionado con los costes de producción y la demanda global, pueden servir de cobertura parcial ante la pérdida de poder adquisitivo del dinero. Así, integrar materias primas en una estrategia de inversión puede ayudar a limitar el impacto negativo que la inflación tiene sobre otros activos financieros, aunque esta protección no está garantizada de forma mecánica.

Los metales preciosos, con el oro a la cabeza, gozan tradicionalmente de la consideración de “valores refugio”. En periodos de alta incertidumbre económica, inestabilidad geopolítica o crisis financiera, los inversores se orientan hacia activos tangibles y duraderos cuya cotización suele ser menos sensible a los vaivenes de los mercados tradicionales. Por eso, destinar una parte razonable de la cartera a metales preciosos puede aportar estabilidad y mitigar el riesgo global.

Por su parte, las materias primas energéticas —como el petróleo y el gas— o industriales pueden presentar oportunidades tácticas interesantes. Sus precios tienden a fluctuar de forma notable según el contexto internacional, la innovación tecnológica o las políticas energéticas. Un inversor puede aprovechar movimientos temporales o ciclos alcistas en estas materias primas, si bien estos movimientos exigen una visión informada y un enfoque prudente ante los riesgos inherentes asociados.

Resumen

En resumen Las materias primas no constituyen una garantía de rentabilidad, ni sustituyen la necesidad de diversificación y análisis global. No obstante, forman parte integral de una estrategia de inversión robusta, gracias a sus propiedades de descorrelación, su posible función como cobertura ante la inflación y el papel de los metales preciosos como amortiguadores en contextos de crisis. Evaluar su peso y presencia en cartera requiere reflexión y adaptación a la propia situación financiera y al horizonte de inversión.

¿Cuánto cuesta el trading de materias primas?

El trading de materias primas puede ser una estrategia interesante para diversificar su cartera, pero es esencial entender todos los costes asociados antes de empezar. Existen diferentes tipos de comisiones y gastos que deben considerarse, como el spread, las comisiones por transacción, los costes de financiación nocturna (swap), los gastos por inactividad y las comisiones por retirada de fondos. Conocer estos costes le permitirá calcular mejor la rentabilidad real de sus operaciones y tomar decisiones más informadas.

1. Spread

El spread es el coste indirecto más habitual en el trading de materias primas. Representa la diferencia entre el precio al que puede comprar (ask) y el precio al que puede vender (bid) un contrato de una materia prima. Este margen es una forma en que los brókeres obtienen beneficios y varía según la materia prima y el bróker empleado.

Ejemplo de Spread

Imagina que desea operar con oro. El precio de compra es de 1.999 €/onza, y el precio de venta es de 1.995 €/onza. El spread es de 4 €. Si abre una operación de una onza y la cierra al instante, perdería 4 € solo por el coste del spread, sin contar otros cargos.

2. Comisión por transacción

Algunos brókeres cobran una comisión fija o variable cada vez que abre o cierra una posición en materias primas. Esta comisión puede variar según el producto, el volumen de la operación o la política del intermediario.

Ejemplo de Comisión por transacción

Supongamos que decide comprar futuros de petróleo y su bróker cobra 3 € de comisión por cada operación. Si compra y luego vende un contrato, pagará 3 € al entrar y 3 € al salir, es decir, 6 € en total para la operación.

3. Coste de financiación (swap)

Si mantiene su posición abierta de un día para otro, especialmente si utiliza apalancamiento financiero, normalmente tendrá que pagar (o a veces recibir) un coste de financiación llamado swap. Se calcula diariamente y puede variar dependiendo de la materia prima y la dirección de la posición (larga o corta).

Ejemplo de Coste de financiación (swap)

Abre una posición larga en plata y decide mantenerla durante 5 días. El swap diario es de 1,5 €. Así, el coste total de financiación será de 5 días x 1,5 € = 7,5 €, que se descontarán de sus ganancias o aumentarán sus pérdidas.

4. Comisión de inactividad

Si durante un periodo determinado (por ejemplo, tres meses) no realiza ninguna operación, algunos brókeres aplican una comisión de inactividad. Este cobro busca incentivar la actividad de los clientes.

Ejemplo de Comisión de inactividad

Si no opera durante 90 días, el bróker le cobra una comisión de inactividad de 10 € al mes. Si sigue inactivo durante otros tres meses, acabará pagando 30 € hasta que vuelva a realizar una operación.

5. Comisión por retirada

Al solicitar la retirada de fondos desde su cuenta de trading, es habitual que el bróker aplique una comisión fija o variable según el importe o el método de retirada.

Ejemplo de Comisión por retirada

Si tiene un saldo de 200 € y decide retirarlo, el bróker aplica una comisión fija de 5 €. Así, solo recibirá 195 € en su cuenta bancaria.

Conocer estos costes le ayudará a anticipar mejor la rentabilidad real de su operativa y a evitar sorpresas, optimizando así la gestión de su capital.

Cotización en directo de las materias primas

¿Cuál es la fiscalidad sobre los ingresos procedentes de las materias primas en ES?

En España, la fiscalidad sobre los rendimientos obtenidos a través de inversiones en materias primas varía según el tipo de instrumento financiero utilizado. Ya sea a través de derivados (CFDs, futuros), fondos cotizados (ETFs), acciones de sociedades mineras o petroleras, o la tenencia de metales preciosos físicos, cada modalidad cuenta con un tratamiento fiscal específico adaptado a las normativas locales. Por lo general, estos ingresos tributan como rendimientos del capital mobiliario o ganancias patrimoniales, aunque pueden existir particularidades según la forma y el vehículo de inversión elegidos.

Las operaciones con CFDs y futuros, al tratarse de productos derivados, generan normalmente ganancias o pérdidas patrimoniales que tributan en la base imponible del ahorro. En España, estas ganancias patrimoniales están sujetas a un gravamen progresivo, según los tramos establecidos para la base del ahorro (actualmente entre el 19% y el 28%, dependiendo de la cuantía total).

Los ETFs de materias primas tributan al vender o reembolsar las participaciones. La fiscalidad depende de la naturaleza del producto: si el ETF es armonizado (UCITS), se beneficia del mismo régimen que los fondos de inversión con traspasos exentos de tributación hasta el reembolso final, solo aplicable para personas físicas. Si el ETF no es armonizado, cada transmisión genera una ganancia o pérdida patrimonial sujeta a retención y gravamen según los tipos mencionados. Los eventuales dividendos distribuidos también tributan como rendimientos del capital mobiliario, sujetos a retención.

La tenencia de acciones de compañías mineras, petroleras o de commodities cotizadas implica dos posibles tipos de rendimientos: por un lado, los dividendos recibidos (tributan como rendimientos del capital mobiliario, con retención) y, por otro lado, la plusvalía o minusvalía generada en la transmisión de las acciones (que tributa como ganancia o pérdida patrimonial). En ambos casos, los tramos generales de la base del ahorro se aplican. España prevé la deducción por doble imposición internacional en caso de que los dividendos hayan tributado también en el país de origen.

La venta de metales preciosos físicos (oro, plata, platino, etc.) genera una ganancia o pérdida patrimonial sujeta igualmente a los tipos de la base del ahorro. No existe tributación por la mera tenencia, pero sí al transmitirlos. Es imprescindible acreditar documentalmente la titularidad y el precio de adquisición; de lo contrario, la Agencia Tributaria puede estimar la ganancia. En algunos casos, existe una exención si los metales han permanecido en patrimonio personal durante más de un tiempo determinado y no superan ciertos límites establecidos.

En todos los casos, las pérdidas patrimoniales derivadas de estas inversiones pueden compensarse con ganancias obtenidas en el mismo ejercicio fiscal o los cuatro siguientes, dentro de los límites marcados por la normativa. Revisar anualmente la legislación aplicable es fundamental para optimizar la fiscalidad de las inversiones en materias primas dentro del marco español.

Materias primas: entender el efecto de Contango y Backwardation

La evolución de los precios en los mercados de materias primas no solo refleja el valor actual (conocido como precio “spot”), sino también lo que el mercado anticipa para el futuro, a través de los precios de los contratos a plazo (“futuros”). El perfil de la curva de precios —es decir, cómo se relacionan estos precios futuros con el precio spot— proporciona señales clave sobre la situación de la oferta y demanda, las expectativas y los costes asociados a la materia prima. Dos configuraciones típicas concentran la atención de los inversores: contango y backwardation. Estos fenómenos pueden condicionar la rentabilidad de muchas estrategias de inversión, por lo que resulta esencial comprenderlos y saber interpretarlos.

Contango: un futuro más caro que el presente

En una situación de contango, los precios de los contratos a futuro son superiores al precio spot actual. Es decir, el coste de comprar hoy la materia prima es menor que el de comprarla para entregas en el futuro. El contango se observa normalmente en materias primas que son fácilmente almacenables, como el petróleo, algunos metales o el gas natural.

Esta diferencia de precios se debe, en gran medida, a los costes asociados al almacenamiento, el seguro, el financiamiento y otros gastos derivados de mantener la materia prima hasta la fecha de entrega futura. Cuanto mayores sean estos costes, más acusado será el contango. Se trata de una configuración frecuente en mercados donde no hay escasez inmediata y los actores pueden permitirse almacenar el producto esperando mejores precios.

Ejemplo práctico

Imaginemos el mercado del petróleo en un periodo de exceso de oferta (por ejemplo, durante una caída de la demanda global). Las reservas se llenan y almacenar el petróleo cuesta cada vez más. Los precios de los futuros —que reflejan este coste de conservación y almacenamiento— se sitúan por encima del precio spot. Es decir, pagar hoy para recibir petróleo dentro de seis meses resulta más caro que entregarlo hoy mismo.

Backwardation: cuando la urgencia domina

En la configuración opuesta, denominada backwardation, los precios de los futuros son más bajos que el precio spot. El mercado “premia” la entrega inmediata frente a la entrega futura. El backwardation suele producirse cuando hay una presión clara de demanda o un riesgo de escasez a corto plazo, factores que hacen que los compradores estén dispuestos a pagar más por tener la materia prima “ya”.

Las causas típicas del backwardation incluyen situaciones de tensión geopolítica, cosechas pobres, conflictos o roturas en la cadena de suministro. Es una señal de que los compradores anticipan problemas inmediatos para acceder al producto y valoran más la posesión actual.

Ejemplo práctico

Pensemos en el mercado del trigo durante la guerra en Ucrania, uno de los principales exportadores mundiales. Las interrupciones en las exportaciones llevaron a temores de escasez inmediata. Como resultado, el precio spot del trigo se disparó por encima de los precios para entregas en el futuro, reflejando la urgencia de conseguir suministro lo antes posible.

¿Por qué es decisivo para los inversores?

La forma de la curva de precios —contango o backwardation— afecta directamente a la rentabilidad de los productos financieros ligados a futuros (ETF, ETC, fondos, etc.). Dado que estos productos suelen “renovar” (“rollover”) periódicamente sus posiciones, en un entorno de contango, el inversor vende contratos baratos (próximos al vencimiento) y compra caros (más lejanos), lo que puede generar una pérdida sistemática (coste de rollo). En cambio, en backwardation, el inversor vende contratos caros y compra más baratos, lo que potencialmente produce un beneficio adicional. Por eso, más allá de la evolución del precio spot, comprender la estructura de la curva de futuros es fundamental para anticipar el comportamiento real de la inversión.

En resumen

Analizar la curva de precios de una materia prima es esencial para detectar señales sobre la salud del mercado, entender qué esperan los principales actores y ajustar las estrategias de inversión en consecuencia. Tanto en contango como en backwardation, la forma de la curva ofrece información valiosa para gestionar el riesgo y aprovechar las oportunidades.

P. Laurore

Experta en finanzas

Cofundadora de HelloSafe y titular de un máster en finanzas, Pauline tiene una reconocida experiencia en finanzas personales, que utiliza para ayudar a los usuarios a comprender mejor y optimizar sus opciones financieras. En HelloSafe, Pauline desempeña un papel clave en el diseño de contenidos claros y educativos sobre ahorro, inversiones y finanzas personales. Apasionada de la educación financiera, Pauline se esfuerza, con cada contenido que supervisa, en proporcionar información fiable, transparente e imparcial para una gestión financiera independiente e informada. Con este fin, ha probado más de 100 plataformas de negociación para ayudar a los internautas a tomar las decisiones correctas.